Es imprescindible que el agua utilizada en la producción de hielo sea potable, es decir, límpida, inodora, transparente y libre de contaminaciones químicas y bacteriológicas. El control de la potabilidad del agua, debe ser hecho por laboratorios capacitados, a fin de garantizar su calidad. Recuerde que la única diferencia entre agua potable y hielo es la temperatura. La legislación federal establece que en la producción de hielo, se utilizan los mismos patrones de agua potable, y consecuentemente todo un control a través de análisis, Buenas Prácticas de Fabricación, Procedimientos Operacionales Estandarizados, y un total monitoreo de la calidad del agua.